jueves, 14 de julio de 2011

¿Malas compañías?



Recuerda siempre que no estás solo. Siempre llevas a tu espalda alguien que vela por ti y cuida tus pasos...Aunque debes saber que dependiendo el valor de lo que hayas sembrado,será el vigía que cargues por doquier. Cuando pienses que el peligro acecha a tu puerta, y que en cada nuevo amanecer la hora de partir se acerca a ti con más deseo y venganza, no culpes a nadie de tu suerte, solamente tú eres el único responsable del destino que te ha tocado vivir. No dejarás mentir, que a pesar de conocer las trampas que la vida te ha impuesto, no has tenido aún el valor de evitar caer en ellas a cada segundo. No has aprendido el significado de ser precavido. Y muchas veces sucede algo paradójico, pues mientras hagas hasta lo imposible por dirigirte con rectitud, ese ser que te cuida, ha dejado de hacerlo, pero se toma la molestia de velar por ti, aunque ya lo hace con otras intenciones, pues es capaz de entregarse por completo, y morir nuevamente en otro tiempo y lugar, con tal de ver tu desgracia, y escuchar tus lamentaciones...que no serán tantas, ni tampoco las últimas, a menos de que seas capaz de luchar contra la corriente, triunfar en esta eterna batalla contra sí mismo, y decirle al cielo con sinceridad que nunca, nunca has estado solo.

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