viernes, 15 de julio de 2011

El mañana llega con una nueva luz




Ahí te encuentras frente a él, interrogándole acerca de los fatales sucesos que podían verse en ese mismo instante. Parecería que era el fin de los tiempos, y a través de cada ventana las vidas transcurren en menos de un segundo, siendo todos nosotros meros testigos. Había temor, coraje porque éramos los únicos responsables del todo daño que se le estaba causando a nuestro hogar. Pero algo sucedía dentro del corazón de los hombres, y es que dejamos de sentir, dejamos de ser humanos para convertirnos en seres de carroña que sólo buscan su propio beneficio, sin que importe en lo absoluto el dolor o los deseos de los demás. Bien lo decía el nazareno: "Enemigos del hombre, los de su casa", y efectivamente eran estos enemigos los que comenzaban a cortar cabezas entre ellos mismos.
No había tiempo ni para recordar, mucho menos para cuestionarte qué era lo que pasaba en realidad, sólo mantenías una dolorosa imagen de que hasta en los sueños era imposible descansar en paz, numerosas hormigas de gran tamaño se desvivían en morder tus carnes, al grado de dejar los huesos visibles. No era posible dormir. Pero también comenzabas a gestar tu venganza, iniciando tu ataque contra todos aquellos que te habían inculcado tus primeras letras. Recuerda que cada piedra que levantes, caerá de forma inevitable en estos tiempos, nada de lo que construyas permanecerá para ser admirado en un futuro lejano. Nada de ti quedará. "No quedará piedra sobre piedra", amenazaba el mayor de los filósofos que la Tierra ha procreado, y era esto lo que se vivía en ese entonces, algo así como un parto; habitabas dentro de una mujer que estaba a punto de dar a luz, desconociendo quizás que después del dolor, viene una alegría muy grande, porque el mundo ha recibido la llegada de un nuevo hombre, aspiración que deberían tener todos aquellos que soportan el fin de los tiempos, los mismos que respiras cada día al despertar.

A todas aquellas personas que se han tomado la molestia de mirar más allá del espejo, y se han condolido de los miserable que es la condición humana...en algunos casos.

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