Una misión que se lleva a cabo con amor
"Cuando te digan que no vales, tú sigue nada más, no cambies tu rumbo y dale, no mires atrás que cuidándote yo estaré".
Es uno de los cánticos que entona día con día Jesús Trejo, enfrentándose a la vida y a la sociedad, empuñando la guitarra como estandarte y llegando al corazón de todo aquél que así lo desee.
Piedras en el camino
Consciente del poder que la música posee, Jesús luchó contra lo que parecía imposible: ser cantante. Una mala coordinación en los dedos era la justificación en la que muchos se basaban para derrumbar su sueño. La fe en uno mismo le hizo entender que es posible alcanzar los sueños. A sus 28 años, Jesús recuerda sus inicios como una prueba muy difícil pero en la que hubo personas, como su hermana por ejemplo, que lo motivaron a continuar en la lucha.
Vocación y fe
Conocido como "El Salmista Urbano", Jesús evitó caer en la trampa de la mercadotecnia y no se deslumbró por los placeres mundanos. Decidió compartir vivencias, pero quería sentir el contacto con la comunidad, estar frente a frente con aquellas personas que como él, se han dejado vencer por momentos. Originario de la ciudad de Tampico, el joven Jesús supo que el própósito de su vida era crear reflexión en los demás y tras luchar contra un sinfín de temores personales, tomó su guitarra y se lanzó al campo de batalla. La calle y el transporte urbano son los escenarios ideales donde difunde su mensaje. Prefiere no pensar en el futuro. Nada está escrito así que disfruta cada día de su vida como si fuera el último. Amor y perdón son los motivos de su canto, los mismos que ha intentado llevar a su vida personal.
Los sueños que dan vida
Nada hay de malo en perseguir los sueños. Y Jesús aún persigue los suyos. No se encuentra solo, pues una gran fortaleza le acompaña en su jornada. Unos la llaman valentía, pero él decide llamarla por su nombre: Dios. No se despide porque sabe que el mundo es pequeño y que tarde o temprano se vuelven a pisar los mismos caminos. Ayer fue Tampico, hoy es Matamoros, mañana será otro sitio, no importa. La misión ahí está, el mensaje existe, sólo falta quien escuche.
(Nota publicada en El Bravo de Tamaulipas, el día 10 de agosto del 2006. Foto original de Daniel Alvarado)
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