Anoche fingí que moría, mientras por dentro reí. Preocupado y en vista de que no atendía tu llamado, comenzaste a llorar. Esto sucedió anoche, ¿te acuerdas? Me disculpo si te asusté...pero esta mañana pensaba en eso, y algo me dijo que te escribiera estas breves líneas. ¿Con qué objeto? Pues para que estés tranquilo pase lo que pase, y que debemos aprender a seguir con nuestras vidas, adelante y sin recordar nada doloroso. Recordamos. Brincaba la cuerda como loco, y tu estabas ahí conmigo. En el cuarto que ahora compartimos los dos, y que a veces considero como un templo, un gimnasio tal vez, y hasta mi cueva solitaria. Mientras yo brincaba, tú tomabas el tiempo. Soporté dos minutos sin parar, pero en verdad sentí que el corazón se me salía por la garganta, y te dije que me esperaras un poco en lo que me reponía. Sentado en cama, explicaba cómo algunas personas mueren haciendo ejercicio, y de repente...¡pluf! Caí en cama con los ojos volteados hacia arriba, justo a un lado de donde tú estabas. Me tocaste el pecho, y dijiste: ¡Tavo!, y repetiste mi nombre una vez más. Como no respondí, lloraste. Luego desperté riendo y te pedí una disculpa. Aún ahora lo hago, no era esa mi intención. Sólo jugaba. ¿Qué me hizo pensar? Que a tu edad, tembién lloré mucho la muerte de mi abuelo Mateo. Me dolió en su momento, y lastimaba meses después en que lo recordábamos. Pero ayer que te veía llorar, pude verme otra vez en esa misma escena. Tienes que sufrir un poco en esta vida, para que la disfrutes. Pero en cuanto a mí, no te preocupes tanto. Recuerda que nada más nos han prestado estos cuerpos, pero que un día, tarde o temprano, tendremos que devolverlos. Así de simple. Estás encariñado con mi espíritu. No es mi cuerpo. Sabes que a donde vamos no hay dolor, Dany, aunque la gente te siga asustando con esas historias de la muerte y calaveras. Cada quien decide cómo morirse...depende mucho de tus creencias y sobre todo de como te haysa portado. Yo voy a morir pensando en Dios, sea lo que eso sea, pero yo tengo un concepto definido de lo que significa para mí. no tengas miedo a nada en la vida. Arriésgate siempre, pero sobre todo, encomiéndate a tu Creador. Por Él respiras, sientes, y amas. Él lo es todo. La gente viene y va. Todo acaba. Los espíritus no. Sabes que te quiero; sabes que aparte de ser tu tío, soy tu padrino, hermano si quieres, pero sobre todo soy tu amigo, y por eso te quiero y espero lo mejor para ti, Dany.
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario